|
![]() ![]()
Hoy,13 de Mayo del 2025
|
Como concejal de Posadas, Vigo impulsó la creación del Centro de Defensa de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y promovió la declaración de la ciudad como «Ciudad amiga de los niños». Su compromiso con la infancia se reflejó en la implementación de políticas públicas que mejoraron la calidad de vida de los niños y fortalecieron el tejido social.
Además, Vigo fue reconocida por su labor en la promoción de la equidad de género y la inclusión social. Su legado perdurará en las políticas que defendió y en las vidas que tocó con su incansable trabajo por la justicia social.
En un sentido homenaje, Karina Aguirre, ministra de Derechos Humanos de Misiones, expresó su dolor por la partida de Vigo: “Quienes tuvimos la oportunidad de conocerla no solo como dirigente, sino también como la persona que era, estamos sumamente tristes. Eleonora fue un ser de luz, comprometido con las causas que consideraba justas. Ella no solo luchaba por las amas de casa y su obra social, sino también por un país que soñaba diferente. Fue incansable en su trabajo por la gente, siempre preocupada por mejorar la vida de los demás. Su partida es una gran pérdida para la política misionera y para todos nosotros, quienes de alguna u otra manera fuimos tocados por su lucha”.
Hasta la fecha Eleonora Vigo se desempeñaba como Subsecretaria de Programas Especiales y Financiamiento Internacional del Ministerio de Hacienda de Misiones; además de presidenta de la Convención Provincial del partido Causa Popular, del cual Aguirre, es vicepresidenta.
Fue homenajeada en 2022 en la tierra que eligió como su hogar
En 2022, Eleonora Vigo, quien eligió Misiones como su hogar desde 1983, recibió un merecido homenaje por su incansable trabajo en defensa de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y las mujeres. Nacida en la provincia de San Juan, Eleonora reflejaba un profundo amor por la provincia y su gente, destacando siempre el valor de la familia.
“Tengo dos hijos que quiero con toda mi alma, Paula y Simón, y un nieto, Agustín, con quien he pasado momentos inolvidables”, compartió en sus recuerdos más queridos. A lo largo de su vida, el cariño y la convivencia familiar fueron fundamentales, y con el tiempo, aprendió a escuchar y comprender a cada miembro de su familia, construyendo lazos sólidos y ll y llenos de amor.
Sobre su niñez, Eleonora recordó esos años de juegos e inocencia con gran cariño. “Mi niñez fue hermosa. Me crié entre cuatro hermanas mujeres y una más que era mi mamá, eterna mediadora entre nosotras y mi padre”. Disfrutaba de momentos en el campo, bañándose en los ríos, corriendo por los cerros, y jugando en la terraza de su casa con sus hermanos y primos, donde solían imaginarse parte de la tripulación de un barco. Estos recuerdos de su infancia fueron siempre fuente de inspiración y una expresión de la creatividad que marcó toda su vida.
Durante su trayectoria como política y defensora de los derechos de la niñez, Eleonora siempre consideró que los niños eran lo más valioso para la sociedad. “Siempre pensé que lo mejor que tenemos en la sociedad son los niños. Si nos ocupáramos más de ellos viviríamos en comunidades más afectivas y solidarias”. Fue por eso que, como concejal de Posadas, propuso la creación de un Centro de Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, un proyecto que promovió la ciudad como «Ciudad amiga de los niños». Esta iniciativa buscaba mejorar las condiciones de salud, educación, y el entorno en general para los niños, inspirada en modelos de otras ciudades que habían logrado grandes avances en estos aspectos.
A lo largo de su vida, Eleonora también luchó por los derechos de las mujeres. “Nosotras decimos que quien cuida, ama. Y agrego que, por eso mismo, es fundamental reconocerlas, fortalecer esa hermosa capacidad que tienen las mujeres. Si ellas están mejor, los niños estarán mejor”. En su rol en el SACRA, Eleonora trabajó arduamente para garantizar que las amas de casa tuvieran acceso a una obra social, un derecho fundamental que ella consideraba esencial para mejorar la vida de las mujeres y sus familias.
Al reflexionar sobre los desafíos que enfrentaban los niños y adolescentes en ese momento, Eleonora mostró una profunda preocupación por las secuelas de la pandemia. “Hoy, los chicos enfrentan problemas emocionales derivados de la pandemia. Hay muchos niños sin hogar, otros que sufren problemas de salud mental como el autismo o discapacidades”. Ella entendía que la crisis generada en los últimos años había afectado a las familias y las estructuras sociales, y por eso defendía con fuerza la necesidad de invertir en la infancia y adolescencia, los pilares de la sociedad.
En su mensaje final, Eleonora dejó claro que los niños y adolescentes no solo eran el futuro, sino que eran sujetos activos del presente. “Les diría que no sólo son el futuro, sino sujetos activos del presente. Que se hagan escuchar, que vivan su presente con alegría, con juegos y amigos. Que se expresen artísticamente, aprendan a ser personas de bien y solidarias. Y que, para alcanzar sus sueños, deben luchar por ellos, aunque les lleve tiempo”. Con estas palabras y la frase de Lito Nebbia, “solo se trata de vivir”, Eleonora dejó una reflexión profunda sobre el valor del presente y el esfuerzo necesario para construir un futuro mejor.