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Hoy,17 de Abril del 2025
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Para el profesor Oscar Julián Villar Barroso, doctor en Ciencias Históricas y máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales, los vínculos entre La Habana y Teherán, establecidos el 8 de agosto de 1979, se caracterizan por "el pragmatismo y la necesidad de apoyarse mutuamente frente a las sanciones y agresividad de Estados Unidos", aseguró.
En ese escenario, el académico valoró: "Podría esperarse un incremento de las inversiones iraníes en la economía cubana, sobre todo, en sectores donde la isla presenta dificultades para financiar producciones y actividades; además es evidente que Teherán busca posicionarse en esta región y la nación caribeña puede ser la puerta más factible, pues la considera un interlocutor viable y seguro".
Durante el intercambio con Marrero, previo a su investidura este 30 de julio, el nuevo presidente del país asiático destacó el liderazgo e impronta del líder Fidel Castro en los revolucionarios y subrayó la extensa lucha de la mayor de las Antillas contra el imperialismo y el unilateralismo; así como, recordó el apoyo de Teherán a los ideales independentistas y libertarios.
¿Reanimación de la economía cubana?
Según el profesor Villar Barroso, unido al diálogo político y diplomático al más alto nivel y la defensa común a la independencia y las causas justas, la colaboración entre ambas naciones podría contribuir a la reanimación de la economía cubana, especialmente, en renglones como biotecnología, fomento del transporte y sector energético.
Este último, sobre todo, si tenemos en cuenta el procesamiento de importantes volúmenes de petróleo y gas, sumado al desarrollo de una infraestructura de exploración, extracción y tratamiento de hidrocarburos y el progreso en la esfera nuclear, desde hace algunos años, "potencialidades y experiencias que nosotros podríamos aprovechar".
Para Irán, los avances de Cuba en la biotecnología "se tornan muy atractivos e, incluso, existen inversiones en la industria; ese país cuenta con la capacidad para financiar procesos de ciencia, tecnología e innovación y aprecia el significativo know how de la isla, sus resultados y oportunidades en esa rama".
Ejemplo de ello fue la apertura en Irán de una planta para producir la vacuna anticovid-19 Soberana 02—tecnología transferida por el Instituto Finlay de Vacunas de La Habana al Instituto Pasteur— que ayudó a ese país, el primero del mundo en elaborar un inmunógeno de ese tipo creado por entidades científicas de la isla, en la superación del coronavirus.
Por su parte, Gleydis Sanamé Chávez, investigadora sobre temas de Oriente Medio y África Norte del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana y máster en Historia Contemporánea, mencionó que este intercambio resulta fundamental para ambos países, si tenemos en cuenta el carácter de "riesgo" que imponen los regímenes sancionatorios.
Aludió, además, a los convenios entre el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) de Cuba y su homólogo de la nación persa; así como entre el Centro para la Promoción del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y la Organización para la Protección del Comercio en Irán.
"Los dos estados firmaron acuerdos en áreas como la seguridad alimentaria, referida a la agricultura, industria y producción de alimentos, y tecnología. Con la actual crisis sistémica que atraviesa la isla caribeña, la implementación de esas iniciativas constituiría una ventana de oportunidades para diversificar y dinamizar proveedores y mercados", argumentó.
Cooperación frente a sanciones de EEUU
El académico reiteró que, sin dudas, este tipo de acercamiento mutuo hace frente a las medidas diseñadas por Washington, y en su consideración, todos los países que son actualmente objeto de bloqueos, sanciones y embargos debieran proponer una agenda común para evadir los efectos de las acciones nocivas y antidemocráticas de la Casa Blanca.
"Solo unidos se puede desmotar esa mala práctica de Occidente. Ya se ven resultados, pues existen hoy alrededor de 70 naciones interesadas en pertenecer al BRICS+, asociación que aboga por desentenderse del dólar. Han descubierto que EEUU utiliza el sistema económico internacional para imponer sus condiciones al resto del mundo y como una herramienta de guerra encaminada a la imposición de política hegemónicas", aseguró.
Sanamé Chávez expresó que la particularidad más determinante dentro de los nexos entre La Habana y Teherán es su postura antiimperialista y, en este sentido, desde hace 45 años, existe un interés mutuo por "convertirse en fuerzas de resistencia ante el hegemón".
En opinión de la entrevistada, los posicionamientos estratégicos de Cuba e Irán, junto a aliados económicos fuertes como China y Rusia, "empujan paulatinamente a una transición intersistémica que tiende, al menos hasta ahora, a la multipolaridad".
Para la investigadora, los intereses de Teherán con esos territorios son del tipo económico y político, pues, más allá de la diversidad cultural y sistema de esos Estados, prevalece "un pragmatismo medular orientado a su desarrollo y estabilidad que, de otro modo no fuese posible por la persecución contra su economía".