Miles de fanáticos del Xeneize se pasaron la noche en las afueras del Estadio Malvinas Argentinas. La desorganización trajo su descontento.

La Copa Argentina ofrece una posibilidad única para que los hinchas de Boca, millones a lo largo del país, puedan ver a sus ídolos de cerca, sacarse una foto e ir a la cancha, lo que se hace muy difícil como local dada la enorme demanda de público para los partidos en La Bombonera ​y el costo de viajar a Buenos Aires.

Las largas filas de hinchas esperando por sacar su entrada, muchos de ellos que pasaron la noche sin dormir con tal de asegurarse su lugar, no sorprenden. Ya son una constumbre. Aún así resulta impactante la locura que genera el Xeneize a cada lugar que va.

La pasión por el equipo de Ibarra recorre el país, va de provincia en provincia, y ahora le toca vivirlo en carne propia a Mendoza. Y por partido doble.

Después del partido del viernes, en el que Boca le ganó 1-0 a Godoy Cruz y se afianza como serio candidato al título de la Liga Profesional, este miércoles volverá a visitar el estadio Malvinas Argentinas para enfrentar a Quilmes por cuartos de final de la Copa Argentina.

Carpas, frazadas para combatir el frío y el infaltable mate. Así esperaban los hinchas en el Parque General San Martín por una entrada para estar presente en la cancha frente al Tomba y la imagen se repitió para el encuentro ante el Cervecero.

Luego de que se agotaran el sábado todos los tickets que se pusieron a la venta ese mismo día a través del sitio web Autoentrada, ​este lunes, de 10 a 18, se realiza la venta presencial en las boleterías Sur del estadio Malvinas Argentinas.

El enojo de miles de hinchas de Boca que se acercaron hasta allí, a quienes no se les avisó previamente que no se venderían populares en esta instancia, opacó la jornada y se convirtió en un llamado de atención para los organizadores.

Tampoco se dejó en claro cuántas entradas podría comprar cada persona y nunca se precisó que el único medio de pago era en efectivo.

En definitiva, las desprolijidades en la organización y la falta de criterio para pensar en los fanáticos, que en muchos casos acamparon largas horas en las proximidades a la boletería, es lo que produjo la bronca generalizada.

Superclásico a la vista

El partido entre Boca y Quilmes será el tercero de un miércoles de superacción por Copa Argentina. Primero, a las 16, Independiente y Talleres en Chaco; luego, River-Patronato en La Rioja a las 19; y a las 22 llegará el turno para los de Ibarra.

En caso de que el Millonario y el Xeneize ganen sus respectivos partidos, en semifinales habría un nuevo Superclásico de eliminación directa.

En tanto, el ganador entre el Rojo y la T se cruzará con el vencedor del Banfield-Godoy Cruz, que se verán las caras el martes a las 16 en el Estadio Provincial Juan Gilberto Funes de San Luis.